El tema de las relaciones sociales es muy difícil de llevar para aquellas personas que han sufrido de niños rechazo y humillación. A menudo les hace entrar en los territorios de la ansiedad y la angustia, del aislamiento y de la depresión, donde campan a sus anchas rumiaciones negativas acerca de su valía y de su importancia para los demás. Una manera, que suele funcionar, de mejorar estos síntomas, como he mencionado en el ejemplo es hacer ejercicio físico, relacionarse con personas de igual a igual por lo menos una vez a la semana y dedicar tiempo a hacer cosas que generen satisfacción a una o uno mismo, como pintar dibujar, viajar, pasear, escribir, tocar música, etc.

Un ejemplo

Voy a seguir, con un ejemplo, explicando la relación entre la ansiedad, la angustia y el alivio como defensa de evitación. Una persona apenas salia de casa unicamente para ir a trabajar y poco mas, en su cabeza solían rondar pensamientos como no valgo, se van a reír de mi , los otros lo hacen mejor que yo, los demás son mas importantes, etc. Esto le hacia apenas salir de casa, pasarlo horrible en el trabajo y sufrir la ansiedad y la angustia , además de síntomas de depresión. Al comenzar la terapia le propuse que se apuntara a un gimnasio, que pasara tiempo con los amigos y que dos veces a la semana dedicara tiempo a algo que le hiciese disfrutar, Con esto, los síntomas de la depresión descenderían.

A la semana siguiente le pregunte si había realizado los ejercicios que le recomendé, y me dijo que no había hecho nada. ¿Como es posible que a una persona, que esta sufriendo mucho, le dices como disminuir ese sufrimiento y no haga nada para mejorar?. Le pregunte que porque no se había apuntado por lo menos al gimnasio. Me contesto: » El gimnasio cerca de mi casa es nuevo, no se como funcionan los aparatos, no conozco a nadie, seguro que los utilizo mal y la gente se burlara, se reirán de mi y pensaran que inútil y me quede en casa triste sin salir».

El alivio de la ansiedad y la angustia

¿Que ocurriría si a esta persona le obligamos a ir al gimnasio?. Lo mas seguro que nada mas entrar le de un ataque de ansiedad porque cree que todas sus predicciones negativas se van a cumplir. ¿Y si justo antes de entrar le decimos: «No entres mejor vete a casa». Entonces esta persona dejará de sufrir y sentirá un enorme alivio.

Cuando entramos en modo defensa psicológica realmente lo que hacemos es evitar ser conscientes de recuerdos, pensamientos, sensaciones y emociones que son perturbadores o traumáticos. Una defensa de evitacion, disfuncionalmente, nos produce alivio, en contraste con el sufrimiento que provoca el material que se esta evitando. O sea, que el alivio de lo desagradable es lo que refuerza y perpetúa la conducta de evitación.

Esta es la causa de que a veces sea tan difícil avanzar en terapia . Para avanzar seria necesario eliminar o disminuir estas resistencia psicológicas en forma de conductas de evitación. En definitiva mientras no renunciemos al alivio que nos produce evitar enfrentarnos a nuestro dolor y a nuestros miedos, no mejoraremos a nivel psicoemocional.

La terapia EMDR

Una forma de vencer estas resistencias y que resulta bastante adecuada es la Terapia EMDR. La combinación de esta técnica con conductas de evitación puede ser de gran ayuda terapeuticamente hablando. EMDR hace consciente de ese impulso de evitación y así, mirar si dichas conductas son apropiadas para el modo de vida que desea.

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